La salud oral es esencial en todos los momentos vitales, pero en la infancia cobra especial importancia. Durante esta etapa, los niños deben aprender a adquirir hábitos de higiene adecuados que perduren en el tiempo y les permitan mantener una boca sana. En este post te contamos cuáles son los beneficios de cuidar de las sonrisas de los más pequeños desde edades tempranas. ¡Allá vamos!
Prevenir futuros problemas bucodentales
Una de las grandes ventajas de velar por la salud bucodental en la infancia es la prevención de diferentes patologías. En este sentido, el cepillado diario desde pequeños ayuda a eliminar los restos alimenticios y la placa que se queda acumulada en la superficie de los dientes. Ten en cuenta que la acumulación de bacterias ocasiona enfermedades como las caries o la gingivitis, dos de los problemas bucodentales infantiles más comunes. De ahí la importancia de que los más peques aprendan técnicas de cepillado correctas. Al establecer una rutina de higiene oral desde los primeros años, se reducen las posibilidades de desarrollar problemas bucodentales en el futuro.
Promover una buena salud general
La salud bucodental está estrechamente relacionada con la salud general. Las infecciones dentales y las enfermedades de las encías pueden tener un impacto negativo en el bienestar general de un niño. Además, padecer problemas de salud oral en la infancia se ha asociado con problemas de crecimiento y desarrollo, dificultades en el habla, alteraciones en la masticación y en la deglución… Si los niños acuden desde edades tempranas al odontopediatra, se promueve una buena salud general, sentando las bases de una vida saludable.
Educar sobre hábitos saludables
Otro de los beneficios del cuidado bucodental en la infancia es fomentar hábitos saludables. Es decir, al enseñarles cómo cuidar de sus dientes y encías, se les están proporcionando las herramientas necesarias para cuidar de su salud oral, además de rutinas que los acompañarán de por vida. En este punto, la alimentación también juega un papel imprescindible: limitando el consumo de alimentos azucarados, se previenen los problemas bucodentales. En este sentido, los padres desempeñan un lugar fundamental, ya que son las personas que deben guiar a sus hijos, supervisando su cepillado y normalizando las visitas al dentista.
Fomentar las visitas periódicas al odontopediatra
Ir regularmente al dentista no es solo cosa de adultos. Los niños también deben empezar a interiorizar estas visitas. Ten en cuenta que el odontopediatra se encarga de llevar a cabo una evaluación exhaustiva de su salud oral, detectando y tratando los problemas existentes en etapas tempranas. Este tipo de revisiones permiten establecer una relación de confianza entre el niño y el dentista, ayudando a reducir sensaciones como el miedo o la ansiedad. Además, el especialista representa una figura clave a la hora de proporcionar consejos de cuidado oral, así como de realizar tratamientos preventivos como la aplicación de flúor para fortalecer el esmalte y los selladores de surcos y fisuras para prevenir las caries.
Crear comportamientos positivos
Los niños aprenden principalmente a través de la observación y la imitación de los adultos. Por tanto, es imprescindible que los mayores den ejemplo en cuanto al cuidado bucodental. Si los niños ven a sus padres cepillarse los dientes y utilizar hilo dental cada día, es más probable que ellos también sean responsables y lo hagan.
En Cardenal Quiroga contamos con un equipo de especialistas en odontopediatría que se encargará de ofrecerles a tus hijos las herramientas necesarias para mantener una sonrisa saludable a lo largo de su vida.
Si estás buscando una clínica dental en Ourense, no dudes en contactar con nosotros: recuerda que siempre estaremos encantados de ayudarte y cuidar de tu sonrisa.
¡Te esperamos!
Centro de Especialidades Odontológicas Cardenal Quiroga